Archivo General de Indias

Archivo General de IndiasEl Archivo General de Indias de Sevilla se creó en 1785 por deseo expreso del rey Carlos II. El objetivo era centralizar en un único lugar la documentación referente a la administración de las colonias españolas. Hasta entonces estaba dispersa en diversos archivos: Simancas, Cádiz y Sevilla.

El Archivo General de Indias conserva unos 43.000 legajos. Tiene unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos. Proceden, fundamentalmente, de los organismos metropolitanos encargados de la administración de las colonias. Se declaró Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y el Real Alcázar.

La Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, construida en época de Felipe II entre 1584 y 1598, por Juan de Mijares, sobre planos de Juan de Herrera. Fue elegida como sede del archivo, tarea que desempeña hasta el día de hoy. Se trata de una edificación exenta, con planta y patio central en forma cuadrada. Está asentada sobre un podio, cuenta con dos pisos de altura. Combina en su exterior ladrillos rojos y elementos de piedra.

Entre 1999 y 2005 tienen lugar las obras de conservación y recuperación del inmueble. Las llevó a cabo el arquitecto Antonio Campos Alcaide. En ellas se plantea una redefinición del programa funcional del edificio; así como una actualización de las instalaciones. Con la intención de salvaguardar el edificio sin ninguna alteración espacial y aprovechando la existencia de un pequeño sótano, se propone su ampliación mediante una galería perimetral.

Archivo General de Indias en la actualidad

En la actualidad es el mayor archivo existente sobre la actividad de España en América y Filipinas. Contiene información sobre la historia política y la historia social; la historia económica y la de las mentalidades; la historia de la Iglesia; y también la historia del arte o la geografía de aquellos territorios. Guarda una gran cantidad de piezas de incalculable valor histórico: textos autógrafos de Cristóbal Colón; Fernando de Magallanes; Vasco Núñez de Balboa; Hernán Cortés; y también Francisco Pizarro. Finalmente, sus documentos se analizan y se consultan por los investigadores que pasan cada año por el archivo.

Los comentarios están cerrados.